Este miércoles, la compañía de limpieza no mostró empatía hacia Elena Escudero, una trabajadora de 56 años con una discapacidad reconocida del 49%, quien precisa de una silla de ruedas para desplazamientos superiores a 10-15 minutos. Escudero fue citada para reincorporarse a su puesto en un centro escolar de Pamplona, a pesar de la negativa de la Seguridad Social a concederle la incapacidad permanente. Al presentarse en el centro de trabajo, se originó una tensa discusión con los responsables de la empresa y el técnico de prevención laboral, quienes no ofrecieron ninguna solución práctica a su situación.
Discusión con responsables de la empresa
LAB acompañó a la trabajadora en su reincorporación al trabajo. Al llegar al centro escolar, varios miembros del sindicato, junto a ciudadanas que apoyan la causa, estuvieron presentes. Una vez dentro, tanto Escudero como las asesoras del sindicato LAB debatieron intensamente con los responsables de Zaintzen. Según LAB, los responsables de la empresa mostraron desde el inicio poca voluntad para facilitar una solución acorde con las necesidades físicas de la trabajadora. Pese a las solicitudes de acompañamiento, Zaintzen dejó claro que no se permitiría la presencia de nadie junto a ella mientras desempeñaba sus tareas. La trabajadora abandonó el lugar ante la falta de condiciones seguras. Dado que Escudero necesita asistencia para movilizar su silla de ruedas, decidió no continuar con sus labores en ese entorno, dejando claro que las condiciones ofrecidas por la empresa no garantizaban su seguridad ni su dignidad como trabajadora. La postura inflexible de la compañía ha agudizado la situación, complicando aún más la reintegración de la empleada a sus tareas diarias.
Implicaciones laborales tras las reformas propuestas
Este mismo miércoles, la ministra de la Seguridad Social de España, Enma Saiz, anunció un plan para «flexibilizar» las bajas laborales. Las reformas planteadas han generado controversia en el ámbito sindical. En el marco de la comparecencia de apoyo a Elena Escudero, Imanol Karrera, portavoz de LAB, destacó que lo sucedido en Pamplona es una muestra de lo que podría pasar si estas reformas siguen adelante. «Parece que a partir de ahora, aunque los trabajadores y trabajadoras estemos de baja, tendremos que aceptar ir a trabajar en un *taka-taka* o en una silla de ruedas», afirmó Karrera.
La respuesta sindical no se ha hecho esperar.
AB ha manifestado su preocupación por el impacto que esta medida pueda tener en los derechos de los trabajadores. La experiencia de Escudero se ha convertido en símbolo de esta lucha, y el sindicato ha señalado que seguirá adelante con acciones tanto sindicales como legales para garantizar que las condiciones laborales de quienes se encuentren en situaciones similares sean dignas y justas. El caso de Elena no es el único. Hace apenas unos días, otro caso similar ocurrió en otro centro escolar de Pamplona, donde otra trabajadora, que también necesita un *taka-taka*, se vio obligada a reincorporarse a su puesto sin las debidas condiciones. La problemática en torno a la reincorporación de trabajadores con discapacidades ha generado un amplio debate en la sociedad y ha despertado críticas hacia el sistema actual de bajas laborales en España.
La empresa Zaintzen, por su parte, no ha emitido ningún comunicado oficial respecto a la situación de Escudero.
El sindicato LAB ha afirmado que seguirá luchando en todos los frentes: social, sindical y jurídico, para lograr que la salud laboral y los derechos de los trabajadores con discapacidades sean protegidos y respetados de manera integral.
