El Papa Francisco ha experimentado un empeoramiento repentino en su estado de salud este viernes 28 de febrero, según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El Sumo Pontífice, que lleva dos semanas hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma por una neumonía bilateral, sufrió un episodio aislado de broncoespasmo que provocó una crisis respiratoria.
Según el comunicado emitido por el Vaticano, el incidente ocurrió en la tarde del viernes, después de que el Papa pasara la mañana alternando entre fisioterapia respiratoria y oración en la capilla. El broncoespasmo provocó un episodio de vómito con aspiración, lo que llevó a un "empeoramiento repentino del cuadro respiratorio", como señala La Croix International.
Ante esta situación, el equipo médico actuó rápidamente. El Papa fue sometido a una broncospiración y se le inició ventilación mecánica no invasiva, lo que resultó en una buena respuesta en términos de intercambio gaseoso. Vatican News informó que Francisco "permaneció alerta y orientado en todo momento, cooperando con las maniobras terapéuticas".
A pesar de esta mejoría en la respuesta al tratamiento, la situación del Papa sigue siendo delicada. La Oficina de Prensa del Vaticano mantiene el pronóstico como "reservado", indicando que se necesitan más días de estabilidad clínica antes de poder levantar esta calificación.
Este revés en la salud del Pontífice de 88 años ha generado preocupación en la comunidad católica mundial. Sin embargo, Catholic News Agency reporta que, a pesar de su condición, el Papa recibió la Eucaristía en la mañana del viernes y continúa realizando algunas actividades de trabajo desde el hospital.
La situación ha llevado a la cancelación de varios compromisos del Papa, incluyendo la Audiencia Jubilar programada para el sábado 1 de marzo. Además, se ha anunciado que el Cardenal Angelo De Donatis presidirá la ceremonia del Miércoles de Ceniza el 5 de marzo, marcando el inicio de la Cuaresma.
A medida que el mundo católico observa con atención, las próximas 24 a 48 horas serán cruciales para determinar la evolución del estado de salud del Papa Francisco. Mientras tanto, fieles de todo el mundo continúan ofreciendo oraciones por su pronta recuperación.
