La Pirámide de los Italianos es un cementerio-memorial levantado para enterrar a 360 italianos voluntarios fascistas, muertos en la batalla del puerto del Escudo (Burgos) en 1937, en el frente de Cantabria. Este edificio es de grandes proporciones, pues tiene una altura de 20 metros. Está construido al estilo de las pirámides escalonadas por el exterior y de los panteones romanos al interior, con una cúpula que corona el espacio mortuorio y una linterna central, al más puro estilo de los símbolos fascistas italianos.
"¿No sería mejor invertir esos 20-25 millones de euros, necesarios para la rehabilitación, en socorrer las necesidades sociales, vivienda, cultura, educación, etc. de la población de Pamplona de 2025?"Los restos de los soldados italianos fueros exhumados hace años y trasladados a otro panteón italiano en Zaragoza. Hoy el edificio está en desuso y arruinado por falta de mantenimiento y los actos de vandalismo que ha sufrido por abandono.
Cuando fue aprobada la Ley 20/2022 de Memoria Democrática, que como es sabido prevé la eliminación de los símbolos franquistas, el Gobierno de Castilla-León, formado por PP y Vox, inició los trámites para declarar Bien de Interés Cultural la Pirámide de los Italianos, lo que culminó en febrero de 2024 con la declaración de BIC en la categoría de Monumento. Esta declaración pretende impedir la demolición de la Pirámide como símbolo franquista que es, incluyéndolo en la excepción del artículo 35 de la ley de memoria democrática “por motivos artísticos”. Esta decisión fue muy celebrada por el Gobierno de extrema derecha italiano de Giorgia Meloni y muy criticada por las Asociaciones memorialistas castellanas y por los partidos de izquierda de Castilla-León (PSOE, Sumar, Podemos…)
Alguien se preguntará, qué pinta aquí la Pirámide de los Italianos. Pues es muy sencillo. Es como la hermana gemela del Monumento a los Caídos de Pamplona. Podemos decir que esta Pirámide tiene una gran semejanza con el caso del Monumento a los Caídos de Pamplona, en cuanto a tamaño, simbología y estilo arquitectónico fascista y también en cuanto al comportamiento de PP-Vox y de PSN-EHBildu-Geroa Bai para la protección de ambos.
Todo el mundo en Navarra sabe que el Monumento a los Caídos, es un edificio levantado como cementerio-memorial de los generales Mola, Sanjurjo y de los 4.500 “Caídos por Dios y por la Patria” en la Cruzada Nacional de 1936, en el bando franquista. Es un símbolo franquista que ofende a las víctimas. Mucho se ha escrito sobre esto y no queda mucho por decir. Hasta aquí ninguna diferencia con la Pirámide, salvo los muertos, unos navarros otros italianos, pero todos franquistas.
El 20 de febrero de 1943 el Pleno del Ayuntamiento (franquista) de Pamplona se pronunció oficialmente en contra de la construcción del Monumento, por su alto coste y porque contrariaba las previsiones urbanísticas del plano del Ensanche de 1920, ya que ocupaba el parque previsto en la zona, cortaba la salida de la Avenida Carlos III y la expansión de la ciudad hacia el sur, hacia Lezkairu. En carta al Conde de Rodezno, vicepresidente de Diputación, el Pleno le decía que era más sensato no construir un edificio tan suntuoso y dedicar a los “mártires en la Cruzada” una de las nuevas iglesias del Ensanche y usar el dinero en socorrer a las viudas y huérfanos de los caídos, necesitados de socorro. Pudo más el Conde de Rodezno que el Pleno municipal y se consumó el despropósito, se levantó el Monumento, se cerró la ciudad al sur y las viudas pasaron penurias.
Hoy a febrero de 2025, el Monumento a los Caídos, lleva 80 años sin uso y con graves problemas de mantenimiento, casi en ruinas. Pamplona tiene una plaza casi sin uso hacia el norte y un parque desgraciado hacia el sur; Carlos III está cortado y la conexión con Lezkairu es un dolor. El Ayuntamiento y Parlamento de “izquierdas” deben elegir entre derribar o rehabilitar el Monumento. ¿Qué es mejor, derribar un edificio inútil, abrir de nuevo Carlos III hacía el sur, hacer un espacio público mayor que la Plaza del Castillo, como querían el Ayuntamiento de 1920 y el de 1943 o mantener el edificio, rehabilitarlo y dejar cerrada definitivamente la ciudad? He ahí el dilema. En 1920 se cambió de sitio el teatro Gayarre para hacer Carlos III y hoy ¿no nos atrevemos a tirar un edificio vacío e inútil que además ofende a las víctimas del franquismo?
Parece ser que PSN-EHBildu-Geroa Bai han optado por el mismo camino que PP-Vox en Castilla-León. Han iniciado los trámites en el Parlamento y Ayuntamiento para proteger el edificio y que no sea de aplicación la Ley de Memoria democrática, aprobada por ellos mismos en el Congreso. En este caso quieren cambiar la ley de Memoria de Navarra para poder resignificar el edificio y que cuando el Gobierno Central haga el Catálogo de símbolos franquistas dentro de unos meses, el Monumento a los Caídos sea incluido como edificio a resignificar y no como edificio a derribar.
Bueno, no lo hacen exactamente como PP-Vox con la Pirámide de los italianos. Estos han declarado BIC la Pirámide. Los tres partidos progresistas de Navarra, lo justifican con la creación de un nuevo centro de memoria, eso sí municipal. Si ya existe un Centro-Instituto Navarro de la Memoria del Gobierno de Navarra ¿para qué necesitamos otro? ¿Somos nuevos ricos, que podemos dilapidar nuestros impuestos? ¿no es más lógico colaborar Gobierno y Ayuntamiento, para mejorar y hacer más operativo dicho Instituto, que hacer un segundo centro para lo mismo, gastando muchísimo más en construcción y mantenimiento futuros? Dos edificios, dos centros, dos gastos. Conclusión, si no hay necesidad de mantener el Monumento, lo podemos derribar y así abrir, por fin, la ciudad hacia el sur.
¿No sería mejor invertir esos 20-25 millones de euros, necesarios para la rehabilitación, en socorrer las necesidades sociales, vivienda, cultura, educación, etc. de la población de Pamplona de 2025? Seguramente las personas fusiladas en 1936 elegirían esta segunda opción. No en vano, fueron asesinadas en las cunetas por su defensa de los derechos sociales, por ser de izquierdas, de UGT, PSOE, PNV, ANV, CNT, PC, Izquierda Republicana, etc.
Hoy PSN, EHBildu y Geroa Bai, imitando al Conde de Rodezno, eligen reedificar el Monumento por segunda vez. Si los fusilados en 1936 levantasen la cabeza ¿se sentirían orgullosos de sus “herederos” -PSN, EHBildu, Geroa Bai-, o se volverían a las cunetas, avergonzados de ellos?
Por Enrique Miranda, Arquitecto urbanista