El Pleno del Parlamento de Navarra ha aprobado este jueves la Ley Foral de modificación de diversos impuestos y otras medidas tributarias para 2026, una norma que persigue adaptar el sistema fiscal a la realidad económica y social actual y avanzar hacia una mayor justicia tributaria. La ley ha salido adelante con los votos favorables de PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, la abstención de UPN y EH Bildu y el rechazo de PPN, el Grupo Mixto y la parlamentaria no adscrita.
El eje central de la reforma es el alivio de la carga fiscal sobre las rentas más bajas. Con ese objetivo, se eleva hasta los 17.000 euros anuales el umbral de rendimientos del trabajo que exime de la obligación de presentar la declaración del IRPF. De forma paralela, se incrementa la deducción por rendimientos del trabajo para quienes tengan ingresos netos inferiores a 17.500 euros y se amplía la deducción por mínimo personal para contribuyentes con rentas de hasta 32.000 euros, con mayor impacto en los tramos más bajos.
La ley también refuerza la protección de las pensiones más modestas. En concreto, aumenta la deducción por pensiones de viudedad y de jubilación con el fin de complementar las cuantías más bajas hasta un máximo de 15.400 euros anuales.
En el ámbito social, la norma introduce nuevas exenciones fiscales para realidades consideradas especialmente sensibles, como las indemnizaciones a víctimas de la talidomida y del amianto, así como las compensaciones económicas a víctimas de abusos en el seno de la Iglesia Católica. Asimismo, se declaran exentas determinadas ayudas a transportistas, con un límite de 20.000 euros.
Uno de los cambios más destacados afecta al Impuesto sobre Sociedades. La ley establece un tipo reducido del 25%, frente al general del 28%, para aquellas empresas que acrediten un elevado compromiso social y laboral. Entre los requisitos figuran el mantenimiento del empleo, no haber aplicado ERTE por causas económicas durante el periodo impositivo, no haber sido sancionadas por infracciones graves o muy graves en prevención de riesgos laborales y el cumplimiento efectivo de la normativa de igualdad entre mujeres y hombres. El objetivo, según se expone en la propia ley, es utilizar la fiscalidad como palanca para fomentar el empleo de calidad, la seguridad laboral y la igualdad.
La reforma incluye además mejoras en la deducción por inversiones en vehículos eléctricos industriales, un impulso a los incentivos fiscales para producciones audiovisuales y la introducción de límites a la tributación mínima para asegurar una aportación efectiva de las empresas.
Las modificaciones en los impuestos sobre el Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados tienen un carácter principalmente técnico, orientado a armonizar criterios de valoración y reforzar la seguridad jurídica. En la misma línea, se actualiza la normativa para mejorar la gestión tributaria y la lucha contra el fraude, adaptando las obligaciones de información a la normativa europea DAC 8 y ampliando el control sobre cuentas financieras y criptoactivos, que pasan a ser considerados bienes embargables.
La ley declara también prioritarias las actividades de mecenazgo cultural vinculadas a la tercera edición de los Encuentros de Pamplona/Iruñeko Topaketak 2026 y al Año Santo Jacobeo 2027, con el objetivo de favorecer la colaboración público-privada y reforzar la proyección cultural y turística de Navarra.
Durante su tramitación en la Comisión de Economía y Hacienda se incorporaron diez enmiendas, presentadas por PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, mientras que fueron rechazadas las propuestas de UPN y PPN.










