Ya está aqui el día del cambio de horario de invierno. Las tardes se hacen más cortas y las noches comienzan a tornarse interminablemente más largas.
Hay una gran polémica sobre sus efectos, aunque no está claro hasta qué punto influye el cambio horario realmente – si es que acaso lo hace. Que si trastornos en los horarios y sistemas de control, dudosos ahorros energéticos, citas, reuniones, aviones y trenes perdidos por olvidos o descuidos, problemas de sueño, confusión entre los animales de granja, también en niños y bebés… Por no hablar del coñazo de cambiarle la hora a cinco o diez aparatos eléctricos o electrónicos.
Pero bueno, de momento es lo que marca la ley: este domingo 30 de octubre de madrugada, cuando según la hora oficial sean las 3:00, hay que hacer que el reloj marque de nuevo las 2:00.