Recientemente varias de las comunidades de vecinos de Zizur Ardoi han recibido una notificación de Vivienda pidiendo a los propietarios las facturas de consumo de agua y electricidad para controlar la habitabilidad de los hogares protegidos.
En este tipo de controles además se destinan efectivos policiales para investigar por medio de visitas a los domicilios si existe fraude en ellos. En la Comunidad Foral de Navarra se realizaron, el año pasado, 1.013 inspecciones a propietarios de viviendas protegidas de los que 29 resultaron sancionados por no poder acreditarlas como su residencia habitual. La inspección consiste en hablar con los vecinos, inspeccionar la casa o mirar el buzón, con el objetivo de controlar el uso de la vivienda. Precisamente, en Navarra ya se ha presentado el segundo Plan para el Control y la Inspección de la Vivienda Protegida para los próximos dos años.
El año pasado en Sarriguren hubo casos concretos con sanciones como el de CARLOS (nombre ficticio): Duerme en su vivienda protegida en Sarriguren, pero come fuera de casa todos los días, se ducha en el gimnasio o en la fábrica, y tiene tres bombillas en su casa porque carece de instalación eléctrica. Manuel compró su vivienda al Gobierno hace dos años, ahora está desempleado y desde hace meses prefiere comer y cenar con sus padres, durante el día busca trabajo por lo que apenas hace vida en su nueva VPO. Son casos reales de viviendas protegidas con un bajo nivel de ocupación y que registran consumos mínimos. Tanto que han sido sancionados por parte del departamento de Vivienda bajo la sospecha de que estas viviendas no se ocupan. Algunas de estas penalizaciones han sido recurridas, también los servicios jurídicos de la asociaciones de consumidores gestionan varias reclamaciones, y en muchos casos se ha conseguido rebajar la cuantía de la denuncia o incluso anularla.