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Ruper Ordorika recibe el premio Abadia Saria, en reconocimiento a su “rica e inagotable” contribución al euskera y a la cultura vasca

El músico y cantautor Ruper Ordorika Ezkurdia (Oñati, 1956) ha recibido esta tarde en Tabakalera el premio Abadia Saria de este año, en reconocimiento a su ?...

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  • • En el acto de reconocimiento, la diputada general de Gipuzkoa,Eider Mendoza, ha destacado que el cantautor oñatiarra, “bebiendo de fuentes diversas

El músico y cantautor Ruper Ordorika Ezkurdia (Oñati, 1956) ha recibido esta tarde en Tabakalera el premio Abadia Saria de este año, en reconocimiento a su “rica e inagotable” contribución al euskera y a la cultura vasca. “Tanto el propio euskera, como el conjunto de la comunidad euskaldun, te debemos muchas cosas. Desde aquellos primeros discos publicados en la década de los 80, en un amplio espacio de trabajo entre la canción vasca y el rock, ha ofrecido al euskera infinidad de canciones y melodías. Tanto en solitario como en grupo, colaborando con músicos internacionales y de aquí, creando puentes con la literatura y el arte. Siempre desde la libertad, siempre cuidando al máximo el propio idioma y el proceso de creación”, ha destacado la diputada general, ante una amplia representación del mundo del euskera y de la cultura vasca reunida en la sala Prisma.

Mendoza ha recordado que el científico y promotor del euskera Anton Abadia –quien da su nombre al premio– dio a la cultura un cometido central en su esfuerzo pionero, iniciado en el siglo XIX para "mantener viva” la lengua vasca. En opinión de Mendoza, Ruper Ordorika ocupa "un lugar especial” en el extremo actual de la vía que Abadía acertó a iniciar y a extender. Y es que, según ha añadido, a través de la música, "bebiendo de diversas fuentes”, Ruper ha abierto la canción vasca “a nuevas fronteras” y, de esta manera, ha creado “un universo propio, creado en euskera y desde el euskera". "Gracias a esta trayectoria que sigue construyendo hito a hito, ha ofrecido ricas referencias creativas y culturales a la lengua y a la cultura vascas, al propio pueblo del euskera", ha añadido.

“La fuerza de la creación cultural al primera plano”

Mendoza ha señalado que, tras los avances cosechados en las últimas décadas en el proceso de revitalización del euskera, debemos acertar a la hora de incidir en el uso del idioma "para que no haya retrocesos”. "En esta encrucijada, tenemos que sumar nuevas coordenadas, siempre desde la colaboración entre todos y todas. Entre esas coordenadas, la cultura creada en euskera debe ocupar un lugar fundamental", ha destacado, porque la creación cultural es “la fuerza que activa el dinamismo de una lengua". "Sin la contribución vital de las y los creadores, un idioma puede seguir vivo en los despachos y en las aulas, pero difícilmente podrá habitar en las esquinas de las calles, en las pantallas, en los bares o en los sueños de nuestras hijas e hijos", ha sugerido.

Tras recibir el premio de manos de la diputada general, quien le ha hecho entrega de la escultura creada por Iñigo Aristegui Tello para la ocasión –una escultura titulada Zazpi petaloak–, Ruper Ordorika ha querido aprovechar la ocasión para alabar "el trabajo de la generación que nos ha precedido". "En gran medida, recibí de ellos y de ellas un mundo que me hablaba desde dentro y que conectaba con mis gustos musicales", ha recordado, para añadir que, a través de aquellos discos "conseguidos en secreto", "gracias a quienes renovaron la canción vasca, puede adentrarme poco a poco en nuestro viejo cancionero, en las expresiones y en las melodías de nuestra gente".

Tomando como referencia la organización de las Lore-Jokoak iniciadas por Anton Abadia, Ruper Ordorika ha tomado nota del propio científico y promotor del euskera para subrayar la importancia de promover la cultura popular. "Tenía claro que la cultura popular y una lengua como la nuestra, necesitan de ayuda organizada, tal y como ocurre en la formación de culturas hegemónicas", reflexiona. Mirando al mundo de la creación en euskera, ha afirmado que en el vértice de la pirámide se encuentran los autores, “que difícilmente se mantienen dignamente intentando crear en euskera", en vez de encontrarse en la base de la pirámide. ""Hay que dar a las personas que crean el lugar que necesitan en este país", ha añadido.

En la recta final del acto, el propio Ruper ha ofrecido las canciones Zaindu maite duzun hori eta Izen zaharrak a quienes han presenciado la entrega, con la ayuda de Xabi Etxeberri (violín) y del dantzari Jose Cazaubon en el escenario, arrancando un prolongado aplauso de todas las personas que se encontraban en el salón.

A la cita, ha asistido una nutrida representación institucional, entre quienes se encontraban el presidente de las Juntas Generales, Xabier Ezeizabarrena, y la alcaldesa de Oñati, Izaro Elortza. Las y los diputados Goizane Alvarez, Irune Berasaluze y Felix Urkola han representado al gobierno foral en el acto, junto con la directora de Igualdad Lingüística, Garbiñe Mendizabal. Rostros conocidos del mundo del euskera y de la cultura vasca como el músico y ex miembro del grupo Hiru Truku Joseba Tapia, los escritores Joxemari Iturralde, Karlos Linazasoro o la directora del Instituto Etxepare Irene Larraza también han querido reconocer la contribución de Ruper. Varias personas cercanas a Ruper y rostros conocidos de la cultura han participado también en el vídeo elaborado en homenaje al cantautor oñatiarra.

Discografía amplia y diversa

Ruper Ordorika Ezkurdia nació en Oñati en 1956. Aficionado a la música desde siempre, con doce años se mudó a Gasteiz.  Durante su etapa de estudiante en la capital alavesa y, posteriormente, en la Universidad de Bilbao, participó en diversas iniciativas, entre ellas la principal, en la creación del colectivo Pott Banda, que posteriormente tendría una gran relevancia en la trayectoria del cantante. Allí se encontró con amigos y amigas con los que en adelante iba a mantener una relación tan fructífera: Bernardo Atxaga, Joseba Sarrionandia, Joxemari Iturralde, entre otros.

Su primer disco Hautsi da anphora (Xoxoa-Elkar, 1980) obtuvo ya muy buenas críticas, aunque abordara nuevas formas con respecto al mundo de la canción vasca hasta entonces. Este disco estaba compuesto por poemas tomados del libro Etiopía de Atxaga (Pott, 1978). Desde entonces, Ordorika ha desarrollado una amplia y variada discografía en colaboración con músicos vascos e internacionales. Muchos de esos discos son trabajos elaborados bajo el influjo de sus estancias en Londres, Nueva York o Cuba, así como de la huella de la canción tradicional vasca.  Como muestra de ello, junto a su carrera en solitario, formó en 1994 el grupo Hiru Truku, junto a Bixente Martinez y Joseba Tapia, en el que trabajó nuevas formas de interpretación de canciones antiguas. Bakarka bi es el último trabajo que ha publicado y en él, como su título indica, ofrece en solitario algunos de los trabajos más conocidos de su trayectoria.

En la presente edición, el Premio Abadia ha iniciado una nueva etapa con el objetivo de dar mayor relevancia si cabe tanto al propio premio y, por tanto, a los valores que se premian, como a su reconocimiento público. De hecho, este premio cumplirá 25 ediciones el año que viene –con el que se entregará a Ordorika, ya se ha concedido en 24 ediciones–. Una nueva etapa que buscará prestigiar aún más el Premio Abadia y darle mayor relevancia institucional.

Teniendo en cuenta la destacada aportación de Anton Abadia Urrustoi como promotor del euskera, la Diputación Foral de Gipuzkoa eligió en 1996 su nombre para establecer el premio al reconocimiento a la actuación de personas o asociaciones destacadas en trabajos a favor de la normalización del euskera. Así nació el premio Abadia Saria, que desde entonces se ha concedido cada dos años o cada año. Arrasate Euskaldun Dezagun, Dionisio Amundarain, Karmele Esnal, Juan Zelaia, Juanba Berasategi, Imanol Urbieta, Joxerra Gartzia, Ixa Taldea, Kike Amonarriz, Ibon Sarasola o Arantxa Urretabizkaia son algunos de los nombres conocidos que han recibido el premio con todo merecimiento.  En las dos últimas ediciones se ha reconocido el trabajo realizado por el grupo Fagor y la asociación Garabide a favor del euskera. Además, el acto de entrega del Premio Abadia ha sido también un lugar de encuentro de asociaciones y agentes del ámbito del euskera durante todos estos años.

 

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