Este miércoles se ha presentado en Civican el proyecto “Latidos”, uno de los 65 proyectos seleccionados este año en el Programa Innova, impulsado por Fundación Caja Navarra y Fundación "la Caixa" y que tiene como objetivo utilizar la danza comunitaria como herramienta de integración, convivencia y cohesión social.
La primera en intervenir ha sido Irantzu Vázquez, Directora de Cultura y Sociedad de Fundación Caja Navarra. Ha explicado la apuesta del programa por proyectos que consigan impactar, generar un cambio en la sociedad navarra y que pongan de manifiesto el poder transformador de la cultura, tanto a nivel personal como social.
En segundo lugar han intervenido María Arcos y Ainhoa Carrera, socias de Baobab Danza y promotoras de la iniciativa. “La danza comunitaria parte de la premisa de que todos los cuerpos pueden bailar, de que la danza no es algo elitista que habita escenarios, sino que es una herramienta de expresión corporal, personal y social en la que la importancia está en el colectivo, en la escucha y en la posibilidad de usar el movimiento para crear cohesión y reivindicación social”, afirmaba María Arcos, que conoció la disciplina en Argentina, de la mano de su creadora, Aurelia Chillemi. Ainhoa Carrera añadía también el valor de la diferencia , su riqueza, “no solo en el encuentro entre las personas, sino además porque cada una de ellas (casi treinta mujeres participantes este curso) ha venido con las danzas de sus países, un regalo que nos ha nutrido”.
A continuación han intervenido tres de las mujeres participantes en “Latidos”. Haydee Martínez (Cuba), ha afirmado que ha sido un placer participar para descubrir que “todos los latidos al final, dentro, vengamos de donde vengamos, son iguales. Y en nuestro caso se han convertido en uno solo”. Mirentxu García (Navarra) ha compartido con emoción que para ella ha sido una gran oportunidad participar en el proyecto y conocer a todas ellas, “bailar, expresarnos y enraizarnos juntas”. Por último Yajaira Solis (Colombia) ha confesado que “Latidos para mí ha sido un antes y un después, ha habido un cambio en mí. Me he sentido en familia y ha sido un placer compartir este espacio de intimidad”.
Documental y espectáculo
Tras las preguntas de los periodistas asistentes se ha proyectado el minidocumental “Latidos”, creado durante todo el curso y que, además del trabajo en la escuela en las sesiones semanales y el testimonio de algunas de sus participante, refleja también el espectáculo que se presentó en el Teatro de Ansoáin el pasado 12 de mayo y que, según María Arcos, estarían felices de poder acercar a otros espacios escénicos.
El documental ha sido creado por Maitane Domench, de Berpiztu Audiovisuales, y puede verse en el canal de YouTube de Baobab Danza.
También ha habido oportunidad de explicar el origen del logo o imagen del proyecto, realizado por la ilustradora Myriam Cameros, participante en el proyecto. Ella, al no poder acudir a una de las sesiones, decidió “estar” de alguna manera en ella y durante esas dos horas dibujó lo que significaba el proyecto para ella. “Nos lo envió al terminar la sesión, nos emocionó y se ha convertido en la imagen. Y la hemos querido llevar a camisetas”, explicaba Ainhoa Carrera.
Por último se ha insistido en el agradecimiento al Programa Innova: “es mucho más que una subvención, es un equipo que hace posible el cambio y la transformación social a través de la cultura”, ha finalizado Ainhoa Carrera.
Más datos sobre el proyecto «LATIDOS», de Baobab Danza.
Con este proyecto, cuya andadura comenzó en el mes de septiembre, se buscaba facilitar el acceso a la cultura a mujeres en Navarra con perfil de vulnerabilidad social y utilizar la danza comunitaria como herramienta artística innovadora, promotora de la convivencia intercultural y de transformación social, fusionándola con otras acciones artísticas, de movimiento o pintura, en las que convivan la música y las artes plásticas.
Ubicada en La Milagrosa-Arrosadía, Baobab Danza se había propuesto ser ese lugar seguro, de integración y transformación en el que mujeres derivadas de los servicios sociales y culturales del barrio junten los latidos de sus corazones para danzar, moverse, expresar(se) y encontrarse —con ellas mismas y con las demás—. El punto de partida ha sido el ritmo, el movimiento, primero articular, pero también emocional. Y el concepto con el que han trabajado es de la raíz. A través de diferentes dinámicas, a modo de juego en ocasiones, las facilitadoras del grupo proponían distintas dinámicas que animaban a liberarse, expresarse, reír, bailar y conectar, con una misma y con el grupo.