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Navarra avanza con el Plan Empresarial de Biología Sintética ‘BioSintNa’ con 65 acciones estratégicas

Gracias a ella, es posible producir medicamentos, materiales o combustibles de forma más sostenible, eficiente y a menor coste

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  • La iniciativa, presentada por los consejeros Irujo y García este jueves, está liderada por el Gobierno foral

La biología sintética se está consolidando como una de las tecnologías más prometedoras para afrontar los grandes retos del siglo XXI, al permitir el diseño y construcción de sistemas biológicos con aplicaciones en sectores clave como la salud, la alimentación o la energía. Gracias a ella, es posible producir medicamentos, materiales o combustibles de forma más sostenible, eficiente y a menor coste.

En este contexto, Navarra tiene muchas posibilidades de beneficiarse de este movimiento, puesto que algunos de los campos de actuación previstos para la biología sintética coinciden con las prioridades establecidas en la Estrategia de Especialización Inteligente (S4) y otras áreas actualmente de interés. Así quedó de manifiesto en la presentación este jueves de los avances del Plan Empresarial de Biología Sintética, BioSintNA, con el que Navarra aspira a ser un agente destacado en este campo. Una iniciativa liderada por la empresa pública Sodena por encargo del Gobierno de Navarra, que incluye hasta 65 acciones y seis ámbitos de  actuación.

De todo ello trataron, en un diálogo abierto, el consejero de Industria, y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo; y de Universidad, Innovación y Transformación Digital, y Juan Luis García. El consejero Irujo afirmó que su propósito con esta iniciativa “es convertir a Navarra en una región líder en este campo a través de un ecosistema empresarial innovador, sostenible y colaborativo que promueva el desarrollo económico, el avance científico y la mejora de la calidad de vida”. 

Además, avanzó que el proyecto se centrará en sectores ya identificados como estratégicos dentro de la S4 “como la salud, la energía y la alimentación, así como en nuevos nichos emergentes, entre ellos el sector aeroespacial y la construcción industrializada”

Por su parte, el consejero García destacó que “el equipamiento de biología sintética en IRIS Navarra es una oportunidad clave para impulsar una ciencia de excelencia y posicionar a este territorio en Europa”. Asimismo, añadió que “no se trata sólo de generar conocimiento, sino de aplicarlo en sectores estratégicos, alineando la investigación con las necesidades del tejido empresarial”.

En este sentido, la colaboración entre el Sistema Navarro de I+D+i (SINAI) y las empresas es fundamental para transformar el conocimiento en desarrollo industrial, atrayendo talento e inversión. “Este nuevo equipamiento permitirá potenciar líneas de investigación en biomedicina, biotecnología y bioingeniería, pero también avanzar en aplicar soluciones innovadoras en la descarbonización o al uso de biocombustibles”, apuntó. Y, además, incidió en que “IRIS Navarra refuerza la posición de esta comunidad como polo de innovación y competitividad, impulsando la investigación, la economía y, en definitiva, mejorando la vida del conjunto de la ciudadanía”.

El Plan y los próximos pasos

BioSintNA incluirá en su formulación acciones de promoción y visibilidad, formación y talento, fomento y desarrollo del tejido empresarial, regulación y ética, sostenibilidad del modelo de negocio e infraestructuras. Estos ámbitos de actuación estarán dirigidos a las áreas de interés para el desarrollo empresarial de Navarra. 

Su puesta de largo ha coincidido en el tiempo, además, con el reciente estreno de las instalaciones del Polo Iris donde, precisamente, se ubica el laboratorio de biología sintética que todas las personas asistentes a la cita tuvieron la oportunidad de conocer y visitar en una actividad preparada exprofeso dentro de este encuentro.

A partir de ahí, según adelantó la directora de Inversiones de Sodena, Mª Eugenia Lecumberri, “BioSintNA quiere contribuir a que las empresas navarras estén preparadas para dar respuesta al crecimiento exponencial del mercado de la biología sintética, capitalizar su potencial, identificar y evaluar el mercado, y su atractivo y desarrollar las capacidades necesarias para ser competitivas en este campo multidisciplinar”.

La visión de los agentes navarros

La presentación del Plan Empresarial de Biología Sintética ante el ecosistema de la Comunidad Foral se completó con una mesa debate. En ella, varios de sus agentes, que ya trabajan en este campo, expusieron algunas de sus últimas líneas de actividad, así como los retos que están afrontando a este respecto.

En concreto, las y los participantes fueron Irantzu Alegría, responsable del Área de Bioquímica del Departamento de Biomasa de CENER; la cofundadora y directora científica de MOA Foodtech, Susana Sánchez; Xavier Tapias, fundador y CEO de QimerBio y director de la Unidad de Transferencia de Tecnología y Conocimiento de la Universidad de Navarra. Como moderadora de la mesa actuó Laura Sesma, jefe de Programas Europeos de Salud y Agroalimentación de Zabala Innovation.

Durante su intervención, Susana Sánchez afirmó que “la biología sintética es la siguiente revolución en el foodtech, ya que permitiría diseñar nuevos productos que no existen en la naturaleza, aunque estén inspirados en ella”. Irantzu Alegría, entre tanto, destacó que “concretamente en el sector de la energía, el desarrollo de la biología sintética y la biotecnología puede permitir a regiones como Navarra reforzar su autonomía energética”. Esta última reflexión fue compartida por Xavier Tapias quien estimó que “la biología sintética emerge como un pilar fundamental para la innovación en salud, emprendimiento y formación mientras que enfrenta desafíos técnicos, regulatorios y éticos que requieren de una reflexión profunda para desbloquear su potencial real”.

Del mismo modo, en la jornada también participaron Vishal Sanchania, consultor de Cambridge Consultant-CapGemini y su homólogo Chris Price quienes abordaron el potencial de negocio de la biología sintética. Expusieron, entre otros datos, cómo tras la realización de una encuesta a más de 1.500 perfiles ejecutivos de grandes empresas y startups, el 72 % considera que la biología sintética acelerará la sostenibilidad en los próximos 10 años, que el 56 % de las empresas ya está experimentando con biosoluciones y que el 68% planea incrementar la inversión en el medio plazo. No quisieron olvidarse de los retos que supone implementar sistemas de biología sintética debido a la falta de aceptación en el mercado, los costes elevados, dificultad para financiar, escasez de talento y obstáculos normativos.

Por otro lado, Fernando Baztán, técnico de emprendimiento de CEIN, expuso las actividades diseñadas para fomentar y apoyar el emprendimiento alrededor de este nuevo ámbito, así como para potenciar el actual ecosistema de startups.

En esa misma línea, Antonio Pineda, director científico del CIMA-Universidad de Navarra; expuso el modelo de uso del laboratorio de biología sintética que permite desarrollar sistemas biológicos a medida para aplicaciones en salud, alimentación, energía sostenible e industria. Destacó asimismo que, “este espacio está concebido no sólo como un centro de referencia científica, sino también como un motor de emprendimiento y colaboración. Nuestro objetivo es que estas instalaciones sirvan de apoyo a empresas emergentes y consolidadas, centros tecnológicos y universidades, facilitando el acceso a tecnología puntera y promoviendo sinergias que impulsen la competitividad y la transferencia de conocimiento”.

Previamente, Agurtzane Martínez, directora general de Ciencia, Tecnología e Innovación, fue la encargada de inaugurar la jornada, mientras que la clausura corrió a cargo de la directora general de Energía I+D+i Empresarial y Emprendimiento, Garbiñe Basterra.

Las posibilidades de la biología sintética

La biología sintética se define como una disciplina que busca el diseño y la fabricación de nuevos componentes de origen biológico que no existen en la naturaleza. Igualmente, contempla la modificación de sistemas existentes para mejorarlos o adaptarlos a nuevas aplicaciones. Para ello, precisa de la combinación de tecnologías de vanguardia como la biología molecular, la ingeniería genética y la ciencia de datos.

El progreso que están alcanzando estas disciplinas han convertido a la biología sintética en un vector de crecimiento y desarrollo de primer nivel y máximo interés. Así, por ejemplo, las últimas estimaciones aseguran que el mercado global vinculado a este tipo de desarrollos crecerá de los casi 15.000 millones de dólares registrados en 2023 a los 70.000 millones previstos para 2030. Además, este sector podría generar un impacto económico directo de hasta 4.000 millones de dólares anuales en las próximas dos décadas.Los consejeros Irujo y García, con participantes en el acto. 

 

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