A Sara Mangado la profesión le viene por dentro. Su padre era zapatero, de joven empezó en una empresa de corte y calzado y después abrió su zapatería en la Milagrosa, para más tarde mudarse a la calle Amaya, en la manzana del Mercado. Y 30 años años después de abrir su zapatería ahora es su hija la que ha abierto otro negocio igual en la misma calle.
“Yo estudié diseño gráfico, pero tras trabajar con mi padre un tiempo me enseñó el oficio y me encantó”, señala Sara, que lleva tres años y medio en su negocio de la calle Amaya, un lugar al que acuden clientes de todas partes de Pamplona e incluso de pueblos de Navarra.
En Reparación de Calzado Mangado trabaja ella y otro compañero, quienes arreglan “lo que se puede y lo que la gente cree que no se puede”. También se venden plantillas, cordones y todo tipo de productos que tengan que ver con el mantenimiento y el cuidado del calzado como tintes, protectores para que no se ensucie el calzado de ante, abrillantadores, cepillos, cremas hidratantes, etc.
Uno de los productos que más se venden son las plantillas, sobre todo deportivas, y en esta categoría siempre hay novedades. Una que últimamente cada vez tiene más demanda son las de pádel, ya que, dependiendo del tipo de descarga en la pisada, los deportes pueden requerir diferentes tipos de plantilla. En Reparación de Calzado Mangado puedes comprar plantillas de fútbol, de running, genéricas multideporte o especiales para aliviar y prevenir patologías relacionadas con el dolor.
También en cordones hay mucha variedad, como unos adaptados para las zapatillas de trekking o los cordones elásticos, una opción que es de las más solicitadas.
MÁS CULTURA DE REPARAR
La pandemia ha cambiado muchos de nuestros hábitos, y en el sector del calzado no ha sido menos. Sara reconoce que cada vez más gente mayor ha pasado del tacón a las zapatillas y el calzado plano, y que también ha habido un recambio generacional entre la clientela. “Hay gente joven que no sabían que era una zapatería y se nota que vienen más, también porque en la actualidad hay más conciencia de mantener y recuperar las cosas”, explica esta zapatera.
A la hora de que nuestro calzado nos dure el mayor tiempo posible, una de las claves está en la compra. Sara aconseja comprar siempre un buen calzado, ya que “no compensa” una reparación para un producto que va a durar muy poco. Sin embargo, en caso de tener unas buenas zapatillas, la opción de acudir a la zapatería debería ser la prioritaria antes de deshacernos de él. “Se tiran zapatillas que cuestan mucho dinero cuando en realidad solo tienen un desgastado leve o necesitan un pegado que te puede costar 5 euros”, reconoce Sara, que también quiere quitar el estigma de que los zapatos de lona no merece la pena arreglarlos. “En el gremio hay gente más mayor con la idea que que el zapato bueno solo es el de piel, e incluso recibo clientes con zapatillas que no las arreglan en otros sitios, sin embargo, hay otros materiales además de la piel que también son buenos y merecen ser tratados igual”, explica.
UN OFICIO SIN RECAMBIO GENERACIONAL
“Los hijos o hijas de las personas que se dedican a este oficio no suelen continuar”, reconoce Sara, que afirma que no hay recambio generacional en los negocios, algo que también sucede en otro tipo comercios del barrio. A su vez, explica que “muy equivocadamente” se relaciona este trabajo con hombres, sin embargo afirma que “no es un trabajo de fuerza”, ya que “hay que prestar atención a los detalles, las combinaciones de colores, etc”
Reparación de Calzado Mangado está ubicado en la calle Amaya 23. Su horario de apertura es de lunes a viernes de 9:30 a 13:30 horas y de 17 a 20 horas, mientras que los sábados abre de 10:30 a 13:30 horas. Puedes contactar a través de su Instagram