El pasado 14 de octubre, bajo el marco de los Premios Redbar por la Libertad, impulsados por Eneaverso y la Fundación Cira, la Asociación empresarial nacional, Marcas de Restauración (MdR con más de 8.000 locales y 8.100 millones de facturaciones), relevantes personalidades del mundo empresarial, de los medios de comunicación y de la cultura, reivindicaron la eliminación de las restricciones horarias en el sector de la restauración. Pedro Antonio Ruiz Escobar, director general de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, asistió al evento e hizo entrega de uno de los galardones, como representante del Gobierno de la Comunidad de Madrid, quien trasladó el compromiso anunciado por la presidenta, Isabel Díaz Ayuso para ampliar los horarios y reducir trabas para conseguir que la restauración pueda prestar servicios al ciudadano las 24 horas con el consenso y respeto a todas las partes.
En la gala se homenajeó a diez artistas que, “a través de sus respectivas disciplinas, han logrado no solo embellecer el mundo con su creatividad, sino también impactar de manera significativa en la conciencia colectiva, del necesario cambio regulatorio que permitirá a las personas disponer de los servicios de restauración las 24 h”, explica Felipe Alayeto, Fundador y CEO de RedBar. Cada uno de estos artistas participó con sus piezas en la fábula “Aquí no se bebe leche”. Esta fábula, ideada por el Fundador de Eneaverso, Javier Camacho, cuenta la historia de un papá oso muy liberal y querido por todos, que, sin embargo, tiene una manía que nadie entiende: en su casa está prohibido beber leche. Esta historia es una metáfora de la prohibición que recae sobre los negocios de restauración de dar de comer y beber durante los horarios nocturnos, algo que sí está permitido en el resto de ciudades europeas como París, Londres, Berlín o Roma. La fábula presenta un final feliz, en el que el papá oso, que representa Madrid, reconoce que esa prohibición es absurda y decide acabar con ella.
Para representar este final feliz, el escultor Martín Lagares modeló al oso Marcos (papá oso) con una copa de vino en la mano, que simboliza el triunfo de la libertad, tras superar la prohibición de beber leche, que en la fábula representa la prohibición de ofrecer el servicio de restauración las 24 h. El oso Marcos se convirtió en la escultura a partir de la cual el propio Martín Lagares realizó doce reproducciones únicas, numeradas y certificadas, que se convirtieron en los galardones de esta ceremonia.
Los diez artistas premiados, que participaron con sus obras en esta colección, que pronto pasará a formar parte de la historia de Madrid son: Belin, Manu Campa, Martín Lagares, Claudia Alonso-Allende, Philippe Boonen, Alejandra de la Torre, Antonio García Villarán, Gonhdo, René Mäkelä y Jazzy Dope.
Además del citado Pedro Antonio Ruiz, a la ceremonia acudieron para entregar los premios, el exalcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano; la directora general de Marcas de Restauración, Adriana Bonezzi la CEO de Goi, Yaiza Canosa; la vicepresidenta ejecutiva del diario El Español, Cruz Sánchez de Lara; la socia y Directora general de Más Cuota, Noemi Boza; la directora de Lifestyle de La Razón, Ana Ureña; la fundadora y CEO de Blackbird Bank, Gissela Turazzini; el actor Jaime Astrain y el fundador de Tribu Seekers, Pablo España.
Cada uno de los artistas premiados agradecieron el premio y destacaron la importancia de la libertad para el desarrollo de las personas, las sociedades y para el propio arte, así como su orgullo de utilizar el arte como vehículo de transformación social de un modo pacífico.
Para concluir la gala Javier Camacho declaró que “siempre y cuando no se menoscaben los derechos del prójimo, la única mano que debe regular los horarios de la restauración es la mano invisible de Adam Smith”, refiriéndose a la ley de la oferta y la demanda.
Acto seguido se dio paso al cóctel que se ofreció en colaboración con García-Carrión y Mundibérico. El evento contó además con el apoyo y la presencia de Luciano Garcia-Carrión, vicepresidente de García-Carrión y de Rafael García, Director General de Mundibérico.