El Pleno del Parlamento ha aprobado hoy, con los votos a favor de UPN, PSN, EH Bildu, Geroa Bai, PPN y Contigo-Zurekin y el voto en contra de Vox, una resolución por la que la Cámara “muestra su rechazo frente a situaciones de violencia y retroceso de los derechos humanos de las mujeres e insta al Gobierno del Estado a que, dentro de sus responsabilidades como miembro activo de Naciones Unidas”, adopte una serie de medidas en relación con la situación de las féminas en países como Afganistán, o Irán.
En concreto, se solicita al Gobierno de España que interceda para posibilitar la “rendición de cuentas y la investigación del gobierno talibán ante la continua violación de los derechos humanos contra las mujeres en Afganistán”.
A su vez, se emplaza al Ejecutivo central a “adoptar medidas que puedan influir en los talibanes sin perjudicar al pueblo afgano, como sanciones específicas o prohibiciones de viaje impuestas a través de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, de manera coordinada y enérgica, para poner fin a las violaciones de los derechos de las mujeres y las niñas por parte de los talibanes”.
Del mismo modo, ya en un tercer apartado, se exhorta al Gobierno de España a “denunciar y activar medidas para frenar los castigos corporales producidos en Afganistán, incluidas la flagelación pública, la ejecución pública, la amputación de miembros, la lapidación y otras formas de malos tratos y tortura que violan el Derecho Internacional de las mujeres”.
En ese marco, se conmina al Ejecutivo estatal a “velar por el desarrollo de juicios justos, así como a garantizar el acceso a recursos legales que permitan a las mujeres ejercer su derecho a la defensa en Irán”.
Además, se compele al Gobierno de España a “denunciar y rechazar la implantación de la Ley de Moralidad impuesta en Afganistán, porque anula los derechos de las mujeres”.
También, se urge al Ejecutivo central a “apoyar los programas de derechos humanos centrados en iniciativas a corto y largo plazo, investigación académica, proyectos que aborden la igualdad, la equidad y la tolerancia, utilizando una justicia transformadora y un enfoque de “abajo hacia arriba” dirigido a las comunidades”.
Por último, se hace constar que “la comunidad internacional y la ONU deben ampliar su compromiso más allá de las redes habituales, entablando una relación de colaboración real y comunicación con las mujeres manifestantes, defensoras de los derechos humanos, representantes de la sociedad civil y ONGs que están activamente comprometidas con la defensa de los derechos humanos y la abogacía en Afganistán.
En la exposición de motivos, la resolución impulsada por el G.P. Geroa Bai, EH Bildu y Contigo-Zurekin advierte sobre la “escalada de negación y anulación de los derechos de las mujeres que se está viviendo en ciertos países”, motivo por el que, aun reconociendo los “avances” producidos, se induce a sacar del silencio la violencia sistémica contra mujeres y niñas, ya sea de carácter “físico, sexual o psicológico”.
A tal objeto, se acucia a terminar con la “impunidad” de los agresores y, por ende, con la “estigmatización social y la vergüenza que padecen de las víctimas”.