El último fin de semana de octubre tendrá lugar la 1ª Enduro MTB Ezkaba, disciplina de bicicleta de montaña que atrae a aficionados de distintos lugares de la provincia y comunidades vecinas. El recorrido consta de 23 km, con tres descensos cronometrados y un desnivel positivo de 1.100 metros, todos ellos por las sendas y caminos del monte Ezkaba. El centro neurálgico de la prueba será el Colegio Público de Berriozar, donde empieza y finaliza el recorrido. Una prueba sin precedentes en la cuenca de Pamplona, que permitirá a todas las personas participantes conocer sendas y rincones del monte.
Además de la modalidad de enduro MTB, la jornada contará con una prueba de descenso de montaña en monociclo (MUNI, Mountain Unicycling en inglés). La organización destaca el impacto visual de este deporte, que se caracteriza por la necesidad de mantener el equilibrio sobre una única rueda.
El evento se prolongará durante todo el fin de semana, ya que el sábado 26, las personas inscritas podrán realizar el reconocimiento de circuito y los entrenamientos y, será el domingo 27 cuando se disputen las competiciones. Además, durante el fin de semana el patio del Colegio Público de Berriozar acogerá los stands de los diferentes patrocinadores.
Con el objetivo de preservar el medio ambiente del entorno de Ezkaba, las inscripciones están limitadas a 175 deportistas, deben realizarse antes del 23 de octubre a las 12:00 horas y tienen una cuota de 54 euros por persona, que incluye el seguro de día. En la carrera podrán participar bicicletas tradicionales, eléctricas y monociclos, que se dividirán en categorías por edades. Toda la información y las inscripciones están disponibles en la página web enduroezkaba.com.
La organización cuenta con el apoyo institucional del Ayuntamiento de Berriozar y del Instituto Navarro del Deporte y de la Actividad Física. Ambas instituciones apuestan por la promoción de deportes novedosos y minoritarios, que cada vez cuentan con más adeptos. Por otro lado, coinciden en poner en valor la belleza natural e histórica de Ezkaba, así como la necesidad de hacer un uso responsable y sostenible de los recursos naturales, también en la práctica deportiva.